Una especie se convierte en invasora cuando se encuentra fuera de su área de distribución natural, normalmente debido a la intervención humana tanto voluntaria como accidental. Constituyen una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo cuando se reproducen con éxito y se dispersan por la zona de introducción causando verdaderas plagas.

 

 

En Majadahonda se pueden observar dos especies de aves invasoras: la cotorra de Kramer (Psittacula krameri) y la cotorra argentina (Myiopsitta monachus). España importó legalmente más de un millón de psitácidas  desde 1986, primer año en el que hay registros oficiales, hasta 2015. Su rápida adaptación al medio urbano está expulsando a especies como el nóctulo gigante (Nyctalus lasiopterus), los cernícalos primilla (Falco naumanni) o aves urbanas como el gorrión (Passer domesticus).